Querido Dios, en este momento de profunda necesidad y angustia, elevo mi voz hacia Ti con humildad y esperanza. Me encuentro entre rejas, con el peso de mis errores y el arrepentimiento que consume mi corazón.
En medio de esta oscuridad, te imploro, Señor, que extiendas tu mano misericordiosa sobre mí. Siento el peso de la culpa, pero confío en tu infinita compasión. Líbrame de estos barrotes que aprisionan mi cuerpo y mi espíritu.
Perdona mis faltas, oh Padre celestial, y guíame por el camino de la rectitud. Haz que la luz de tu amor ilumine mi senda y me conceda una segunda oportunidad. Sé que has prometido redención a aquellos que buscan sinceramente tu perdón.
Dios compasivo, te ruego que toques los corazones de aquellos que tienen el poder de decidir mi destino. Inspira en ellos la comprensión y la clemencia, para que pueda ser liberado de esta prisión que me aprisiona.
Concede fortaleza a mi familia, que ha sufrido junto a mí, y renueva la esperanza en sus corazones. Que, al salir de esta cárcel, pueda caminar por un sendero de rectitud y contribuir positivamente a la sociedad.
En tu nombre, Dios misericordioso, deposito mi fe y confianza. Amén.